Martin Gelpi

¿Se pueden comparar dos plataformas de ecommerce?.

Inmediatamente que se empieza a hablar de una solución de ecommerce empiezan a surgir comparaciones, incluso debates sobre cuál es mejor o peor. Generalmente, este ida y vuelta siempre se hace desde una posición técnica o propia del implementador, dejando muchas veces afuera dos aspectos cruciales: la visión estratégica del responsable del proyecto y la propuesta comercial del negocio del cliente.

Si bien existen muchas formas de clasificar un software, me voy a centrar dos puntos básicos e intentar vincularlos con lo planteado anteriormente. El primero es: ¿On Promise o SaaS?

Luego de trabajar más de 15 años junto con decisores y responsables de ecommerce hay que entender que en la mayoría de los casos esto no se negocia, es parte de la filosofía o “visión” del líder del proyecto. Por más que intentemos explicarle los diferenciales de cada modelo, si la decisión es tener control absoluto de la infraestructura y/o implementación, un modelo SaaS no va a tener lugar de ninguna manera, quedando afuera una gran cantidad de jugadores. Hay que entender que el responsable de un proyecto, toma decisiones que tienen que ver con su propio background, con aspectos propios de su contratación, que está en juego su liderazgo y llegado el momento es él quien va a rendir cuenta por cada decisión tomada.

De la mano de este tema está la capacidad tecnológica interna del cliente. Una empresa que posea o no un equipo con conocimientos tecnológicos al servicio de la operación online va a terminar de definir que tipo de solución contratar, sin empezar a analizar los beneficios de cada una. Es decir, un líder con una visión de “control total”, que posea recursos humanos que puedan llevar adelante esa visión, elegirán un camino que les permita poder tomar dicho control, disponer de sus recursos y relevar todos los datos que la gerencia requiera. En contrapartida, un líder que ponga el foco en otros aspectos y requiera de un modelo más flexible, con mayor o menor grado de tercerización, seguramente descarte cualquier solución que le implique conocimiento tecnológico específico interno y libertad de moverse en un abanico de proveedores.

El segundo aspecto clave a la hora de decidir que plataforma utilizar tiene que ver con la propuesta comercial de la marca: no todas las operaciones tienen el mismo margen de ganancia. Es por ello que la decisión de ir por un fee variable, una licencia o costo escalonado no tiene discusión. Hay que entender que el costo tecnológico es uno más de un presupuesto enorme, donde muchas veces no puede entregarse un porcentaje del mismo y donde licencias gigantes, las cuales se usan muchas veces para comparar, terminan licuándose en un gran volumen de transacciones.

Es decir, todavía no empezamos a hablar de tecnología y estos dos aspectos ya definieron en que grupo de soluciones va a definir el cliente sin dejar margen de comparación alguna.

Siguiendo esta línea de pensamiento comercial, otro aspecto que quizás no es definitorio al comienzo de las negociaciones, pero si toma un rol esencial luego, son las integraciones. En una gran operación, la fluidez con los medios de cobro, las logísticas y el origen del stock/ERP, hacen a la diferencia. Es por ello que contar nativamente con las integraciones justas que necesita el cliente o plantear un escenario de desarrollo a medida nos remonta a la visión del líder de la cual hablamos al principio. ¿Quiero mantener mis integraciones o quiero ser 1 de N que las utiliza? ¿Cuán crítico es depender de un proveedor y que sea un problema mío al momento de un imprevisto? Si bien hay mil formas de presentar cada escenario, esto va a terminar siendo una cuestión de visión del líder y no algo a comparar/analizar.

Entonces, ¿es comparable un Magento con VTEX o Shopify con Woocommerce? ¿Sirve mostrar los beneficios de un fee variable con infraestructura incluida a una persona que quiere poder reiniciar sus servidores? ¿Tiene sentido explicar como una licencia, por más elevada que sea, se licua en una gran facturación, a una marca sin la capacidad de manejar su propia tecnología? ¿Se puede criticar modelos de desarrollo continuo contra plataformas SaaS que también requieren fees de soporte? ¿Podemos venderle una solución a un cliente o esta decisión ya está tomada por aspectos que desconocemos de la operación?

Categoría: plataformas